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lunes, 22 de junio de 2009

Xavier Gines: Habitacion 101

En esto días en los que Bob Dylan vuelve a saber lo qué es estar el numero uno de ventas en UK. Ahora que Springteen comienza gira, mientras planea sacar una antología de sus grandes éxitos y Neil Young anuncia su presencia en el Primavera Sound.

En el año en el que Keith Richard cumple los 64, Patti Smith recibe homenajes en forma de exposiciones fotográficas y pocos son los que se acuerdan de los pedazos del corazón de Janis Joplin, ni quedan zurdos como Jimmy Hendrix.

En estos días, es de agradecer que alguien saque un trabajo que tenga referentes tan destacables, a la par que ambiciosos, como los que se intuyen en el primer trabajo de Xavier Gines, que lleva como título, haciendo referencia a la obra de George Orwell “1984” y la zona de castigo del superestado de Oceanía en su Ministerio del Amor, “Habitación 101”.

Y, cual Winston Smith, Xavier se enfrenta a sus miedos con agallas y coraje, siendo fiel a la forma de expresión que ha elegido, ese rock de autor con tintes de Folk que cuenta con Quique González como uno de sus máximos exponentes en el panorama musical español actual.

Un disco con un sonido discreto y afable, aunque esto le infiera un punto más de maqueta que de disco de estudio. Con una producción sencilla que él mismo excusa como “intimista” en su Myspace.

Pero no hay que excusarse, porque si algo hay que destacar es la valentía. Valentía para tratar de sonar como sus ídolos, valentía para regalarnos 5 canciones y defenderlas con voz, guitarra, armónica y, en el último de los temas, algún que otro arreglo.

Xavier abre el disco con “lejos de aquí”, con principio aludiendo a “The river”de Springteen para continuar con “Tierra yerma”. Canciones muy melódicas y con presencia, interpretadas con intensidad, con un deje que a ratos recuerda a aquel Ramoncín rey del pollo frito, ese que cantaba “Marica de terciopelo”. Hablándonos de huidas de un hastío, de ciudades grises y jaulas, pero con una retórica que confunde, puesto que al mismo tiempo puntualiza con frases como, “ciudad de amigos y familia” con lo que al final el mensaje queda poco claro.

Tras estas dos piezas, da paso a una fase más calmada y tranquila con corte de denuncia social, la mediatización y la falta de valores e iniciativa de la sociedad como telón de fondo. “Aquellos sueños”, un tema que recuerda a Modestia aparte en su canción del disco del año 90 de “Cosas de la edad”, “el sur”,haciendo referencias un tanto forzadas a Lenon o Maquiavelo y algunas estrofas demasiado cargadas de tópicos, frases que me traían a la memoria la letra de la canción de Luis Ramiro, K.O. Boy en la que el madrileño comenta “Y ahora tengo que intentar componer un poco más, canciones que no digan: corazón, amor, ni mar" y, en esta misma línea, “Desheredados”.

Finaliza el disco con “Carta de un soldado”, en la que se hace ayudar por Albert Gines al teclado, batería y guitarra eléctrica. Quizás la canción más lograda del disco, con una letra más trabajada, sin tantas pretensiones, una canción que suena a verdad a auténtico y una melodía original.

En el horizonte, a lo lejos, Springteen, Neil Young, Dylan y la trouppe del Chelsea Hotel, más de cerca suena a Carlos Javier Crespo Goñi en su “8:30 a.m”, sus repetitivos “Básicos” o sus “Grandes éxitos”.

En resumen, Xavier cuenta en su contra con unas letras a las que tal vez tendría que dedicar un poco más de trabajo para no caer en tópicos tipo “besar tu cabello en la puesta de sol” una y otra vez, y las melodías, que, si bien si son una buena base de la que partir, también necesitarían una vuelta de tuerca más.

A su favor, una buena voz, característica y con personalidad, unas influencias elegantes, una buena idea en la que ir fraguando un sonido futuro algo más personal, y la esperanza de que siga trabajando porque, de sus temas, se intuye que hay un artista con ganas y presencia.

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